LAS ELECCIONES PRIMARIAS DEL 12 DE FEBRERO
El objetivo de las Elecciones Primarias de la Mesa de la Unidad Democrática es, lograda la unión y acuerdo de partidos y agrupaciones políticas, además de ciudadanos representantes del resto de la sociedad civil, participar unitariamente en las elecciones presidenciales del próximo 7 de octubre, y en las siguientes de gobernadores y alcaldes, con candidatos únicos, escogidos desde las bases populares, con la participación libre de todos los ciudadanos que así deseen hacerlo, sin coacción, amenazas o sectarismo, contrario a la costumbre de muchos dirigentes gubernamentales que, en esta ocasión y como de usual, están tratando de intimidar y meter miedo, pero la paciencia del pueblo tiene límites y la cobardía no es una de sus cualidades.
Para estas primarias, se inscribieron 1.108 precandidatos: 6 para las elecciones presidenciales, 64 para las de gobernadores y 1.038 para las alcaldías. Todos los candidatos a los cargos en cuestión serán escogidos en estas elecciones; no hay dedo mágico, no hay imposiciones.
Estas elecciones primarias han multiplicado el poder de convocatoria de los sectores democráticos y progresista, que no queremos una vuelta al pasado, pero tampoco este presente de incertidumbres, mentiras, corrupción, amenazas, violencia, abusos de poder y políticas públicas desacertadas, además de la pretensión de querer imponer un líder único y de reelección eterna, con las ventajas del poder a su favor. Queremos un futuro distinto a esto y aquello, un futuro para mejorar, en que no tengamos que enfrentarnos los venezolanos unos contra otros, en el que todos tengamos cabida en nuestro país, sin que nadie se atreva a negar nuestra condición de ciudadanos con plenos derechos constitucionales, en el que el Presidente, sea quien sea, no se permita insultar y vejar públicamente a quien se atreva a opinar de manera diferente a sus deseos. Una nueva Venezuela en la que realmente se pueda opinar, sin miedo a represalias, y elegir libremente a los mandatarios y funcionarios públicos; sin la presencia de un líder único y mesiánico al cual se supone debemos obedecer sin rechistar porque siempre tiene la razón. Los venezolanos no tenemos vocación de esclavos sino de ciudadanos libres. Así, con la esperanza de esta nueva Venezuela, el pueblo mayoritariamente ha dado manifestación, privada y pública, de apoyo a este proceso eleccionario, el cual es acogido con entusiasmo y responsabilidad ciudadana.
Las castradas elecciones primarias del PSUV, para escoger los candidatos a diputados a la Asamblea Nacional, el 26 de septiembre de 2010, no fueron realmente unas primarias libres, ni democráticas, sino que estaban prácticamente secuestradas y amarradas al dedo elector del Presidente Hugo Chávez, líder único e indiscutible que tiene siempre la primera y la última palabra. El método de elección fue propuesto por una sola persona; nadie se atrevió a hacer alguna objeción. No se podían postular aquellos que no gozaran de la buena pro del Gran Elector; de hecho, algunos fueron directamente vetados; también se reservó para él el derecho de aprobar de manera personal a los candidatos por lista (52). También tiene el derecho de nombrar o vetar a quien debe ser gobernador o alcalde. Al final, por aplicación de los estatutos del caso, más de la tercera parte de los candidatos a gobernadores no fue escogida por primarias sino por la Directiva Nacional del PSUV, que ya sabemos a quien responde y obedece. Incluso llegaron a jactarse de lo que habían hecho y retar a la oposición democrática a realizar unas elecciones primarias de igual manera. Pues bien, aquí están, más amplias, transparentes y democráticas, sin imposiciones ni prohibiciones, en las que todo elector que así lo quiera puede participar.
Frente a la farsa electoral poco democrática y manipulada del sector oficialista, y para evitar que sigan sucediendo cosas como las aquí señaladas, para construir una nueva Venezuela, más justa, más plural, no totalitaria, donde se logre la justicia social sin atropellar a nadie, es necesario que los ciudadanos participemos masivamente en el proceso de elecciones primarias de este domingo venidero 12 de febrero.
En Venezuela, cada vez es más difícil engañar al pueblo con promesas y más promesas, mentiras y más mentiras. Este es un gobierno con trece años en el mandato que pretende actuar como recién llegado, que está lleno de contradicciones, que habla con un lenguaje violento y mentiroso, que califica a quienes lo adversan de oligarcas vendidos y apátridas, de enemigos a liquidar, que prohíbe los juguetes bélicos pero se hace de la vista gorda y permite que se arme a niños inocentes. Al parecer, una de sus líneas de acción es la de: “no importa que esté mal, con tal que la gente no se entere” Una muestra de ello es el de grupos violentos afectos al gobierno que impiden que los periodistas hagan su trabajo; como en el caso de las muertes de bebés de menos de un mes de nacidos (neonatos) en el Hospital Central de Maracay. La consigna parece ser: no es tan importante las muertes de los niños, como el que el pueblo se entere de lo que está pasando. Mentirle al pueblo y engañarlo estaría justificado en nombre de los intereses del falso socialismo de siglo XXI.
Es por todo esto que, con un comportamiento ejemplar y democrático, derrotaremos al totalitarismo el 7 de octubre, pasando por el camino de las primarias del 12 de febrero.
Edmundo F. Felipe
Aragua sin Miedo.
Maracay, 10 de febrero de 2012.
Aragua sin Miedo.
Maracay, 10 de febrero de 2012.